IDEAS DE NEGOCIOS
Hacer las cosas diferentes: El objetivo de las mujeres en los negocios.
Por Patricia García | Emprender es una travesía llena de desafíos y recompensas que trascienden lo meramente económico.
Cada obstáculo superado y cada logro alcanzado trae consigo una satisfacción profunda, sobre todo cuando sabemos que nuestro trabajo y esfuerzo impactan positivamente la vida de las personas. En este recorrido, hacer las cosas de manera diferente no es solo una opción; es una necesidad, especialmente para nosotras, las mujeres en el ámbito empresarial.
En un entorno donde el cambio es la única constante, las mujeres tenemos la capacidad y la responsabilidad de liderar ese cambio. La presencia femenina en puestos de liderazgo no es solo una cuestión de equidad, sino también de eficiencia y progreso. Diversos estudios, como los realizados por McKinsey & Company, han demostrado que las empresas con mayor diversidad de género en sus equipos de liderazgo tienen un 21% más de probabilidades de superar la rentabilidad promedio del sector. Estos datos no son meras estadísticas; son evidencia de que la diversidad impulsa el éxito empresarial.
Las mujeres aportamos una diversidad de pensamiento que enriquece los procesos de resolución de problemas y fomenta la innovación dentro de las organizaciones. Nuestra perspectiva única no solo complementa las visiones predominantes, sino que también desafía las normas establecidas, abriendo nuevas vías para el crecimiento y la creatividad. Un claro ejemplo de ello es la industria del bienestar, donde la sensibilidad femenina ha sido fundamental para desarrollar servicios que atienden no solo la parte física, sino también a la mente y al espíritu.
Más allá de la innovación, ver a mujeres en roles de liderazgo inspira a las futuras generaciones, demostrando que el género no es una barrera, sino una ventaja competitiva. Esto no solo mejora la cultura organizacional, sino que también tiene un impacto positivo en los resultados financieros. Según un informe de Catalyst, las empresas con mujeres ocupando al menos el 25% de los roles de liderazgo tienen un retorno sobre el capital invertido un 66% superior que aquellas con poca o ninguna representación femenina. Estos logros no solo subrayan la importancia de la equidad, sino que también destacan el valor que las mujeres aportan en la construcción de empresas más fuertes y sostenibles.
Hoy en día, ser empresaria no solo significa dirigir con éxito una compañía, sino también ser una voz activa en la transformación de la cultura empresarial. Es abogar por la equidad y la inclusión, desafiar el statu quo y liderar con empatía y visión. Al hacerlo, no solo fortalecemos nuestras organizaciones, sino que también contribuimos a crear un mundo donde todos, sin importar su género, tengan la oportunidad de liderar y prosperar.
Al final del día, hacer las cosas de manera diferente no es solo un objetivo; es la clave para transformar el mundo de los negocios y, en última instancia, la sociedad en su conjunto.