La hidroterapia, el mejor ingrediente para relajarte en pareja.
El tratamiento con agua ha sido un método curativo probado y comprobado de la cultura del baño durante miles de años. Se remonta a los griegos, quienes atribuían poderes curativos especiales al agua, incluso los romanos construyeron instalaciones públicas y baños, que se convirtieron en centros enteros de recreación y recuperación.
Un jacuzzi es principalmente un lugar de relajación y regeneración, pero también un lugar de comunicación especialmente con tu pareja. El uso regular promueve la salud, alivia el cuerpo y el alma de la tensión y el estrés.
A continuación, hablaremos de algunos los beneficios y como una sesión de hidromasaje puede ayudar a que junto con tu pareja se relajen y revitalicen.
Tres factores: Calor, ingravidez y masaje.
Estos tres factores juegan un papel decisivo en un jacuzzi, el efecto curativo radica en su interacción. Cuando el cuerpo está rodeado de agua tibia y en movimiento, la temperatura corporal aumenta, los vasos sanguíneos se expanden, la respiración se vuelve más profunda y se absorbe más oxígeno. La capacidad de carga del agua reduce el peso corporal en aproximadamente un 90%, por lo que se reduce la presión sobre los músculos y las articulaciones. La tensión y el estrés desaparecen en poco tiempo. Una corriente vigorizante de aire y agua tibia, que pasa a través de los chorros, también estimula la liberación de endorfinas, los analgésicos naturales del cuerpo.
Sueño profundo, sueño reparador
Tomar la hidroterapia por las noches o antes de dormir, puede llevar a un sueño más profundo y tranquilo. Según un estudio de la revista Sleep, regular la temperatura corporal puede ayudar a que el cuerpo tenga un sueño relajante y saludable. Relajarse en un jacuzzi unos 90 minutos antes de acostarse naturalmente permite un sueño más profundo. La mejora de la calidad del sueño también está relacionada con las propiedades relajantes del agua caliente, que favorece el bienestar físico y mental.
Aunque el agua, al contrario de lo que suponían los griegos, no tiene poderes curativos, todavía tiene un efecto beneficioso sobre el cuerpo:
La interacción del agua y el calor también tiene un efecto sobre los músculos y puede ayudar con la artritis, la gota, el reumatismo y el dolor crónico. Además, apoya las funciones pulmonares en combinación con ejercicios de respiración controlados, puede ayudar a prevenir, regenerar y / o rehabilitar daños y enfermedades en el cuerpo.
Según un estudio realizado en Alemania en el año 2019 “se informaron mejoras significativas después tener varias sesiones de hidroterapia a un grupo con insuficiencia venosa crónica, hipertensión, insuficiencia cardíaca leve, quejas menopáusicas y trastornos del sueño en diferentes colectivos de pacientes, así como; mejores parámetros inmunológicos en sujetos de prueba sanos…”
Si el cuerpo está relajado y regenerado, la mente puede descansar mejor y se establece una relajación profunda. Realizada con regularidad, la hidroterapia apoya el sistema inmunológico a largo plazo y ayuda al cuerpo a activar sus poderes de autocuración.
Como ya mencionamos con anterioridad, al momento de entrar a la tina de hidromasaje con tu pareja, puede ayudar a mejorar la comunicación y relajarte.
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